No había llevado un diario desde los 10 años. Se me quitaron las ganas cuando Vilma leyó justo la parte en que yo trataba de justificar mi enamoramiento por Dylan. No fue nada terrible, pero sí fue un poco raro. Vilma empezó a intentar emparejarnos y eso era incómodo.
Todavía pienso que es ridículo escribir secretos, pero esta vez quiero hacerlo. No es como si alguien fuera a creerlo de buenas a primeras.
Además, son mis últimas palabras.
;)
ResponderEliminar¡Sí, lee más! :D
ResponderEliminarGracias por pasar, por cierto.
Me parece interesante este prologo, ¿como que las ultimaS palabras? Voy a leer lo que sigue de a poco. Vengo desde el club de lectura bloguera. Te sigo. ABZ!
ResponderEliminarBienvenido. Espero disfrutes la lectura, y me alegra que ya te haya dejado con una interrogante. :)
Eliminar¡Hola! Cortito pero me ha dejado picando y queriendo más. Voy a seguir leyendo el relato.
ResponderEliminar¡Cuidate!
¡Nos vemos!
Este prólogo invita a seguir leyendo. Echaré un vistazo.
ResponderEliminarUn saludo :)
Pasen, pasen. Disfruten la historia.
ResponderEliminar¡Hola! Llegué un poco tarde porque no he podido leer antes (lo siento), pero como bien dicen antes que yo: invita muchísimo a seguir leyendo. ¡Pinta bien!
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