sábado, 6 de abril de 2013
Vilma se peleó de nuevo con Clyde.

Ya decía yo que se pondría feo el asunto por culpa de mi confesión. Ayer Clyde pasó por el apartamento, y por fin Vilma tuvo tiempo de fijarse que anda como triste. Se supone que ya lo hablamos, que retomaremos la vida y todo eso... eso que es mentira porque ya sólo tengo tres días de vida, y "hoy" ya está a medias. El caso es que Clyde sabe que algo me pasa, que no es bueno y que no quiero decírselo. Y por eso no acaba de reponerse de todo esto.

Vilma sólo le vio mala cara y hasta le echó la culpa a Prudence.


Al final lo abrumó y a él se le escapó media verdad: que se le había declarado alguien más.
Todo bien hasta ahí. Pero, quién sabe como, ella le sonsacó el resto de la historia después, al parecer por chat. No me lo dijo, pero esa es la única conclusión a la que puedo llegar, si de la noche a la mañana, ella sabía que yo me le había declarado al chismoso. No es que lo culpe; la muchachita sabe como conseguir respuestas.

Y eso explica que no haya dormido ayer, y se le notaba en la mañana pero no me comentó nada hasta que volvió de hablar con él.

Le gritó. Lo llamó desleal y seguramente le volvió a decir lo inapropiada que es Prudence. Y le dijo lo que estoy haciendo. Se lo dijo en partes desordenadas, entre el llanto y los gritos, según ella porque yo "merezco eso" y no se puede dejar para después.

Claro que intenté explicarle que no lo necesito, mucho menos ahora que ya me queda tan poco tiempo. Le dije que sólo quería saber que no había perdido la oportunidad por cobarde y, sobre todo, ver su reacción. Al final entendió que yo tengo justo lo que quería, pero dijo que soy estúpida por no querer más. Quizá tenga razón. O busco excusas para consolarme, no lo sé.

El problema ahora es que Clyde va a preguntarme. Ella dice que no le creyó, como es lógico. Pero aún así, ¿qué rayos voy a hacer si me pregunta algo?

Quedamos para almorzar hoy. ¡Lo va a tener pero fresco en la memoria!

Vilma no va, por culpa de la pelea. Ahora ya es tarde porque antes de que yo la hiciera entrar en razón, se ofreció a comer con unas compañeras de clases, sólo para evadir nuestra salida.
Abel me vio tan desesperada que me sugirió que inventara una excusa para no ir.

Pero, no puedo hacer eso.

¿Qué tal que sea mi última oportunidad de almorzar con Clyde?

Ya lo he estado pensando.

Ayer quería decir o hacer algo especial. Pero no sé que decir sin que él entienda que es el fin. Y no quiero pasar el tiempo viéndole su cara de angustia. Vilma lo maneja lo mejor que puede para que nuestros últimos días juntas sean un buen recuerdo para ella y un... buen final, para mí.

Pero Clyde perdería el juicio, ya lo conozco.

A Rosa la puedo llamar, asegurarme de que ande bien. Despedirme, sin que parezca muy obvio... es más, ahorita antes de salir a almorzar voy a llamarla.

Pero, ¿qué voy a hacer con Clyde? ¿Dejar que la noticia lo tome por sorpresa? ¿Escribirle una carta de despedida?

No sé que voy a hacer.

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